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domingo, octubre 29, 2006

Inventan unas gafas para tratar la depresión estacional, post-parto y el agotamiento por jet lag

Las gafas "Luminette", presentadas a nivel mundial el pasado agosto en Bélgica, han sido diseñadas para combatir y atenuar los estados depresivos por cambio de estación, así como agotamiento por jet lag y estrés post-parto utilizando una terapia de luz, que es proyectada directamente sobre la retina del paciente. La denominada "depresión de invierno" aparece en la mitad del otoño, dura todo el invierno, y desaparece con los brotes de la primavera. Se evidencia por una excesiva somnolencia durante el día y un aumento del apetito, con una clara preferencia por alimentos con un alto aporte calórico.
Quienes tienen una mayor predisposición a padecer de este tipo de depresión son aquellas personas que por sus trabajos no están expuestas a la luz del sol o bien que permanecen lejos de las fuentes de luminosidad natural. La luminoterapia lleva años aplícandose a pacientes con distintos tipos de depresión y agotamiento extremo, pero especialmente quienes padecen esta variante del cambio estacional.
En lo que al jet lag respecta, los viajes a través de diferentes regiones horarias desajustan el "reloj biológico" de la persona, cuyos ritmos vitales vienen marcados por la luz del sol. Este desjuste provoca, entre otras cosas, fatiga, apatía e irritabilidad, y la utilización de luminoterapia en estos pacientes tiene por objeto el reajuste de esos ritmos vitales con proyecciones "extra" de luz sobre la retina.

viernes, octubre 20, 2006

Todos los por qué de la depresión posparto

El trastorno comienza días después del parto y puede durar semanas, meses y hasta años. Ansiedad, tristeza, cansancio e ideas de suicidio suelen caracterizar ese período de la vida de la mujer. Si bien todas las mujeres coinciden en que la llegada de un hijo es el momento más feliz de la vida, la depresión que suele seguirle dista mucho de la felicidad. A los sentimientos de tristeza debido a los cambios hormonales, el cansancio, las variaciones en el sueño que suelen caracterizar los tres a seis días después del parto, le sigue lo que se conoce como depresión posparto. Ese sentimiento inicial desaparece a los pocos días y hay que diferenciarlo de la depresión posparto que es un trastorno que generalmente comienza cuatro semanas después del parto y puede durar semanas, meses o incluso años si no recibe el tratamiento adecuado. Ansiedad, sentimientos de tristeza, desesperanza y desvalorización, dudas acerca de la capacidad de cuidar del bebé, llanto frecuente y sensación de fatiga son algunas de las características del trastorno, las cuales suelen ir acompañadas de sentimientos de culpa, disminución o aumento de apetito, pérdida de interés sexual, cambios de humor, excesiva necesidad de dormir o insomnio persistente, ausencia o excesiva preocupación por el bebé, pérdida de memoria, falta de concentración, ideas de suicidio y falta de interés por realizar actividades cotidianas. Asimismo, hay una serie de factores de riesgo que pueden contribuir a que algunas mujeres estén más expuestas a padecer esta enfermedad. Para los especialistas, éstos pueden ser: haber padecido depresión posparto en otro embarazo, antecedentes familiares de depresión, un embarazo no deseado, haber sufrido un trastorno depresivo o ansioso en algún momento de su vida, un embarazo con complicaciones, depresión o ansiedad durante el embarazo, situaciones estresantes durante el embarazo, como problemas matrimoniales o muerte de un ser querido. Tener sentimientos ambivalentes acerca del embarazo, dificultades durante el parto, nacimiento del bebé con problemas de salud, falta de apoyo durante el embarazo y tras el parto o dificultades con la lactancia también pueden ser causa de que las mujeres presenten la conocida crisis.

miércoles, octubre 18, 2006

Un antidepresivo está a punto de convertirse en el primer tratamiento farmacológico contra la eyaculación precoz

La guerra contra las disfunciones sexuales no se acabó con el triunfo contra la impotencia lograda por Viagra, Levitra y Cialis. Ahora el enemigo es la eyaculación precoz, un mal que parece haber encontrado su antídoto: la dapoxetina, desarrollada por el laboratorio Johnson & Johnson, que promete darles a hombres -y mujeres- placeres sexuales más prolongados.
Hasta ahora, la solución de la eyaculación precoz había sido principalmente con terapias caseras, muchas de ellas centradas, justamente, en omitir que se está teniendo una relación sexual: unos usan anestésicos en crema para aplazar el mayor tiempo posible el momento del hervor; otros intentan resolver ecuaciones de primer grado y otros más, como Julito, el de La tía Julia y el escribidor, piensan en triángulos equiláteros y cuadrados perfectos. Sin embargo, el éxito de estos tratamientos siempre ha sido modesto, sobre todo porque las principales víctimas de la eyaculación precoz son los jóvenes poco entrenados en el control de los impulsos y de la voluntad y poco habituados a seguir protocolos para satisfacer a sus parejas.
LA EYACULACIÓN PRECOZ, QUE AFECTA A ENTRE EL 21 Y EL 33% DE LOS HOMBRES, POR LO GENERAL SE RELACIONA CON FACTORES PSICOLÓGICOS.
La solución farmacológica a la explosión prematura del dique provino de un hallazgo fortuito al observar que los pacientes que consumían antidepresivos de la familia de los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, como el Prozac y sus herederos, no presentaban eyaculación precoz. De hecho, algunos médicos los recetaban para combatir esos adelantos prematuros e involuntarios, pero eran conscientes de que estaban usando un tanque de guerra contra un enemigo que podía derrotarse con palmadas.
Y es que la eyaculación precoz es un problema que con mucha frecuencia está en el cerebro. Este trastorno afecta a entre el 21 y el 33% de la población masculina -sobre todo jóvenes-y por lo general se relaciona con factores psicológicos. "Con respecto a la mayoría de los hombres, la eyaculación precoz está asociada a unos efectos de la psique muy importantes, como la angustia, la falta de confianza en uno mismo y las dificultades en las relaciones interpersonales", escriben los investigadores de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, en un artículo publicado en The Lancet. Esto explica por qué los antidepresivos producen un efecto de tipo práctico y por eso los científicos desarrollaron la dapoxetina, un producto similar a la fluoxetina -el célebre Prozac-.
Las ventajas
La acción del medicamento comienza a las tres horas de haberse consumido, a diferencia de los otros antidepresivos cuyos efectos comienzan a manifestase dos semanas después. Otra ventaja es que su efecto pasa más rápido -24 horas-, lo cual evita posibles efectos adversos de una droga circulando en la sangre durante varios días. Y para rematar, los secundarios, si los hay, son menos intensos. En pocas palabras, el nuevo fármaco modula el grado de serotonina en el cerebro pero sólo en la medida necesaria para retardar la eyaculación, y las complicaciones, como asegura el laboratorio, son atenuadas.
Los ensayos clínicos de la dapoxetina se llevaron a cabo con una muestra de 2.000 pacientes divididos en tres grupos. Uno recibió un placebo -sustancia inactiva- antes de la relación sexual; otro tomó 30 miligramos de la droga y el resto el doble de la dosis. El compromiso de los voluntarios del estudio fue el de no aplicar trucos para evitar una expulsión prematura del semen y cronometrar el tiempo desde que el pene entraba en la vagina hasta el orgasmo. También llenaron un cuestionario sobre el grado de satisfacción logrado.
El resultado: todos los que recibieron el medicamento prolongaron sus relaciones sexuales -en mayor grado los que consumieron 60 miligramos- y declararon, al igual que sus parejas, mayor satisfacción sexual. Pero como nada sale gratis, algunos reportaron, aunque moderados, efectos secundarios como diarrea, dolores de cabeza, náuseas y mareos.
Para los investigadores ha sido satisfactorio observar que los pacientes superaron la barrera de los dos minutos de relación sexual pero sin irse al extremo de las relaciones anorgásmicas. "La dapoxetina causa mejorías significativas en la función eyaculatoria, lo que acarrea importantes implicaciones para los afectados y para sus parejas -aseguran los investigadores-. Contar con un tratamiento efectivo, que puede usarse según se necesita, nos ofrecerá una alternativa muy interesante para estos pacientes y para sus parejas". La pregunta es si, después de que la droga salga al mercado, podrá verse una revolución sexual tan significativa como la que significó Viagra en su momento.
LOS SÍNTOMAS
Una sola eyaculación precoz puede ser el resultado natural de factores de índole subjetiva como el nerviosismo, el estrés o la inexperiencia, pero cuando la situación se prolonga en el tiempo es probable que exista un problema de fondo. Los eyaculadores precoces se caracterizan por:
- Eyacular incluso antes de la penetración: eyaculación at portas.
- Eyacular con una mínima excitación sexual.
- Eyacular sin control y sin voluntad antes de dos minutos de la penetración.

domingo, octubre 15, 2006

Bajas dosis de antidepresivos podrían mejorar los síntomas del síndrome premenstrual

Algunas mujeres que sufren síndrome premenstrual moderado y grave podrían beneficiarse de un tratamiento con bajas dosis de medicación antidepresiva, según un estudio de la "Virginia Commonwealth University" que se publica en la revista "Journal of Clinical Psychiatry".
Los investigadores informan de que dosis bajas de sertralina tomadas durante dos semanas antes del inicio del periodo menstrual podrían ser un tratamiento eficaz y bien tolerado para algunas mujeres que sufren síndrome premenstrual.
Los investigadores también estudiaron y descubrieron otros dos tipos de dosificación antidepresiva. Una de ellas suponía tomar los fármacos diariamente a lo largo del ciclo menstrual. La otra suponía esperar a la llegada de los síntomas del síndrome para comenzar la medicación. La sertralina es un inhibidor de la recaptación de la serotonina (ISRS) autorizado para el tratamiento de la depresión y la ansiedad, así como para el desorden disfórico premenstrual, una forma grave de síndrome premenstrual.
Según Susan G. Kornstein, los descubrimientos sugieren que las mujeres con las formas menos graves del trastorno podrían también beneficiarse del uso de medicación antidepresiva tomándola sólo durante los días en los que presentaran síntomas.
Hasta un 60 por ciento de las mujeres sufren de síndrome premenstrual y sólo un 5 por ciento presenta desorden disfórico premenstrual. Los síntomas en el primero caso incluyen irritabilidad, estado de ánimo deprimido, ansiedad y cambios de humor, además de los síntomas físicos como inflamación y sensibilidad mamaria. En los casos de disforia premenstrual lo característico son los cambios de humor severos que interfieren con el funcionamiento.
Los investigadores evaluaron a aproximadamente 300 mujeres con síndrome premenstrual procedentes de 22 localizaciones de los Estados Unidos. Las participantes fueron asignadas de forma aleatoria a un tratamiento de dosis fija con 25 o 50 mg de sertralina o recibieron un placebo durante cuatro ciclos menstruales.

miércoles, octubre 11, 2006

Me siento triste

"Me siento triste", "¿por qué me tiene que pasar esto a mí?", "qué pocas ganas tengo de no hacer nada", etc. La mayoría de personas han percibido alguna vez este malestar, pudiendo sentirse frustradas por no conseguir algo por lo que han estado luchando o por no alcanzar lo deseado. Sin embargo, esta sensación suele ser temporal y no excesivamente intensa. En el caso de la depresión, no estamos hablando de un estado pasajero de tristeza o desánimo, sino que nos enfrentamos a una enfermedad cuyos síntomas pueden durar semanas, meses e incluso años. Ésta afecta a la manera cómo percibimos nuestro entorno, nuestras emociones, pensamientos y vivencias, e interfiere en nuestra salud física y en nuestra manera de comportarnos. Los síntomas más habituales incluyen la pérdida o aumento de apetito, alteraciones del sueño, falta de energía o fatiga, baja autoestima, dificultades para concentrarse o para tomar decisiones y sentimientos de desesperanza y pesimismo. Coincide con una pérdida del interés por gozar de actividades con las que antes se disfrutaba (trabajo, aficiones), con lentitud general y sentimientos de culpa o de inutilidad. Estamos hablando de una enfermedad compleja, causada por una combinación de factores (biológicos, sociales y psicológicos) y con diferentes tipos que difieren en función del número, la gravedad y la persistencia de los síntomas.
El gran desconocimiento de la depresión como una enfermedad conduce a que las personas que la sufren se culpen a sí mismas por los síntomas, pensando que, por sí mismas, deberían poder encontrarse bien "y ser como antes". Al no conseguirlo, hace que se incrementen los pensamientos negativos y la percepción de inutilidad, incomprensión y baja autoestima. Ante este malestar persistente, es importante consultar con un especialista, ya que el tratamiento precoz es el más eficaz, y mientras más tiempo pase antes de iniciarlo más difícil será superar la depresión. Este procedimiento será individualizado, y vendrá dado por el tipo de depresión que padezca a partir de una amplia evaluación diagnóstica. Sólo así se podrá encontrar un tratamiento adecuado para cada persona, a fin de aliviar los síntomas, aprender a enfrentar mejor los problemas de la vida y a recuperar una satisfactoria calidad de vida.

martes, octubre 10, 2006

El Trastorno bipolar representa una pesada carga en el lugar de trabajo

El trastorno bipolar cuesta a las empresas de los EE.UU. el doble en productividad perdida que la depresión mayor, según encuentra un nuevo estudio. Cada trabajador de los EE.UU. que tenga trastorno bipolar perdió en promedio 65.5 días de trabajo al año, en comparación con 27.2 días de trabajo al año de los que tenían depresión mayor, concluyó un estudio en la edición de septiembre del American Journal of Psychiatry. En general, la depresión mayor es seis veces más común que el trastorno bipolar, pero el trastorno bipolar le cuesta a las empresas de los EE.UU. casi la mitad que la depresión mayor, más de $14 mil millones al año, afirmó el estudio. Los hallazgos se basan en un año de datos recolectados de casi 3,400 trabajadores que tomaron parte en una encuesta nacional. A los trabajadores se les preguntó cuántos días habían experimentado un episodio de trastorno del ánimo en el año pasado. La productividad se calculó combinando los días de trabajo perdidos debido a una ausencia o a un mal funcionamiento en el trabajo y los datos sobre los salarios. Alrededor del uno por ciento de los trabajadores de los EE.UU. experimentaron trastorno bipolar en un año, en comparación con 6.4 por ciento que batallan contra la depresión mayor. Sin embargo, los investigadores estimaron que el trastorno bipolar es responsable por 96.2 millones de días de trabajo perdidos al año y $14.1 mil millones en producción/salarios perdidos, en comparación con 225 millones de días de trabajo perdidos y $36.6 mil millones en salarios/producción perdidos para la depresión mayor. El estudio fue patrocinado por el U.S. National Institute of Mental Health (NIMH).
Otro estudio patrocinado por el NIMH en la misma edición del American Journal of Psychiatry encontró que la depresión puede dificultar muchos aspectos del rendimiento laboral y que estos efectos continúan aún después de que los síntomas de depresión han mejorado. Los investigadores evaluaron el rendimiento laboral y la productividad de 286 trabajadores con depresión y distimia, 93 con artritis reumatoide, y 193 trabajadores sanos por 18 meses. La distimia es una forma de depresión caracterizada por estados de ánimo constantemente bajos que no son tan extremos como en otros tipos de depresión. El rendimiento laboral entre los trabajadores deprimidos mejoró a medida que sus síntomas se aliviaron, pero aún los trabajadores clínicos "clínicamente mejorados" rindieron peor que los trabajadores sanos en tareas mentales, interpersonales, de gestión del tiempo y físicas, encontró el estudio. En comparación con los trabajadores sanos, los que tenían artritis reumatoide rindieron menos sólo en las tareas físicas. Los profesionales de la salud necesitan prestar más atención a la recuperación del funcionamiento laboral en las personas que tienen depresión, dijeron los autores del estudio. También sugirieron que el lugar de trabajo debe apoyar los programas necesarios para ayudar a los trabajadores deprimidos a gestionar mejor sus demandas laborales.

domingo, octubre 08, 2006

Uno de cada 10 adultos ha sufrido una depresión en el último año

Hoy vamos a centrarnos en nuestro blog en un ejemplo localizado en Andalucía (España) para ver cómo afecta la depresión en un territorio escogido al azar. Pues bien, la depresión es el tipo de trastorno mental que tiene una mayor prevalencia en Andalucía. De hecho, el 26 por ciento de los andaluces ha sufrido una depresión alguna vez en su vida y el 13 por ciento la ha tenido en el último año. Unos datos que se desprenden de la tesis doctoral de la Universidad de Granada realizada por la doctora Isolde Gornemann, sobre la prevalencia del trastorno mental en Andalucía.
Esta incidencia hace que el 80 por ciento de las consultas en Atención Primaria por trastornos psiquiátricos sea por depresión y ansiedad. Una enfermedad que afecta el doble a mujeres que a hombres.
Los trastornos depresivos afectan más a las mujeres que a los hombres pero no son las primeras patologías mentales que predominan según el género. Las mujeres sufren más trastornos de la conducta alimentaria y los hombres los derivados del consumo de sustancias. La edad de mayor prevalencia es entre 35 y 49 en las mujeres y entre 50 y 84 años en los hombres.

jueves, octubre 05, 2006

Hoy se celebra el “Día europeo de la depresión”

Con motivo de la celebración del “Día europeo de la depresión” reproducimos la entrevista concedida a Gaceta Médica y publicada el pasado 1 de abril en azprensa, al doctor Luis Agüera, psiquiatra del Hospital 12 de Octubre (Madrid).
Precisamente hoy jueves a las 11 de la mañana se ha celebrado en el centro comercial de La Vaguada (Madrid) una rueda de prensa en la que se presentó la “I Campaña de Concienciación sobre trastorno bipolar” y que se iniciará con una exposición y diversas actividades informativas del 6 al 11 de octubre en este centro comercial. Esta campaña cuenta con la colaboración de la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES), la Fundación Mundo Bipolar, la Asociación Bipolar de Madrid, el Teléfono de la Esperanza, la Fundación AstraZéneca y el centro comercial de La Vaguada.
ENTREVISTA CON EL DR. LUIS AGÜERA
¿Cuáles han sido las principales conclusiones del simposio “Depresión: cuerpo y mente”, celebrado recientemente?
Lo más novedoso han sido los datos que confirman la relevancia de la sintomatología física de la depresión, importante porque en los pacientes que mejoran parcialmente con tratamientos no suficientemente eficaces, los síntomas residuales son sobre todo físicos, y éstos son responsables, en buena parte, de las recaídas. Hasta ahora los psiquiatras le habíamos prestado más atención a los psicológicos, lo que dificulta el diagnóstico.
Se habló también de tratamientos antidepresivos, de los que hay tres generaciones. La primera, de los años sesenta, es de fármacos eficaces pero con muchos efectos secundarios. Los de la segunda, de los ochenta-noventa, tenían muchos menos efectos secundarios pero hoy sabemos que consiguen menos tasas de remisión sintomática completa, incluso que los antiguos. Y la tercera, la de ahora, conserva un perfil de efectos secundarios muy favorable pero con mayor eficacia sobre los síntomas físicos. El último de éstos, la duloxetina, es especialmente eficaz con los síntomas físicos, con lo que reduce la tasa de recaídas y mantiene al paciente en situación de remisión de la patología. Destaca su acción sobre el dolor, vinculado a la depresión porque comparten mecanismos neurobiológicos. El fármaco actúa sobre ambos por lo que abre una vía que los siguientes seguirán.
¿Qué patologías psiquiátricas son más prevalentes?
Probablemente la depresión es la patología más prevalente en Psiquiatría, pero también lo es enormemente en Cardiología o Neurología. El 10 por ciento de los pacientes de un médico de familia es depresivo. También está la esquizofrenia, y el trastorno bipolar, que afecta a un 1 por ciento de la población.
¿Cuáles tienen mejor y peor pronóstico?
El pronóstico de las enfermedades mentales tiene que ver con muchos factores. Por ejemplo, la esquizofrenia tiende a ser crónica con un pronóstico no muy bueno, pero cambia completamente si el paciente recibe un tratamiento adecuado y lo mantiene. En depresión, puede haber casos muy graves, pero los antidepresivos son cada vez más potentes y eficaces contra los síntomas, aunque una parte de ellas tiende a ser recurrente. Para ello aplicamos tratamientos continuados en el tiempo pero si un paciente toma un fármaco con efectos secundarios molestos lo abandonará más fácilmente.
¿Es satisfactorio el porcentaje actual de diagnóstico y tratamiento?
Uno de cada dos pacientes con depresión no es detectado por Atención Primaria (AP), sobre todo cuando hay síntomas físicos en primer plano que llevan a tratarlos pero sin pensar que la causa es una depresión. Sin embargo, es muy importante la detección en AP porque en Especializada no vemos a un paciente que no venga derivado del médico de familia. La detección de la depresión, aunque se ha avanzado mucho y los médicos de familia tienen mucha mejor formación, es aún un problema de salud pública de primer orden.
¿Qué efectos secundarios quedan aún por mejorar?
La mayoría de pacientes, al margen de algunos efectos secundarios menores o de tipo digestivo, a los diez días ya no notan nada, pero hay algunos problemas de los antidepresivos que persisten o tienen peor solución, como la disfunción sexual. Sin embargo, la tolerancia, en general, es francamente buena. Hablamos de una pastilla que hace que una persona triste y con ganas de suicidarse a los 15-20 días deje de estar así. No siempre somos conscientes de la revolución que suponen los psicofármacos, que logran este efecto con un bastante buen perfil de seguridad.
¿Qué destaca de la investigación que se está llevando a cabo en Psiquiatría?
Hay dos vías, la de terminar de desentrañar los mecanismos biológicos de las enfermedades mentales ha avanzado bastante. También se está descubriendo que en esquizofrenia y depresión hay ciertos circuitos y funciones cerebrales más afectados de lo que se creía, por lo que se están desarrollando fármacos que actúen sobre los mismos. Son medicaciones de tipo endocrinológico, que tocan el cortisol, y que antes no se creía que fueran a tener un papel en el tratamiento de la depresión y ahora vemos que probablemente ayude a resolver los episodios depresivos más eficazmente. Creo que estos trabajos darán resultados antes de que acabe la década porque están bastante avanzados.
¿Qué aporta a la especialidad la farmacogenómica?
Está siendo una vía muy válida porque dice por qué determinados pacientes responden a un tratamiento o no. Cuando hablamos de circuitos cerebrales viene bien saber qué pacientes tienen, genéticamente, una fragilidad en determinadas áreas del cerebro, o alguna proteína defectuosa... Ya se puede elegir un fármaco en función de la carga genética del paciente, y eso es bastante revolucionario. La Psiquiatría está experimentando una revolución muy rápida y con datos favorables en poco espacio de tiempo.

miércoles, octubre 04, 2006

Por qué la gente se deprime más

En el Congreso Mundial de Estados Depresivos que culminó la semana pasada se presentaron diversos métodos para detectar y luego tratar este mal que afecta al 12% de la población. Uno de los disertantes describió tres motivos centrales que desembocan en los actuales cuadros. Entre el 10 y 12% de la población es depresiva. ¿Por qué? Hay diversos factores que desencadenan en esta situación tan propia de la sociedad actual. Según el doctor Jorge Luis Ronver, especialista en psiquiatría y psicología médica y profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA), hay tres razones fundamentales que se combinaron para que esta patología, antes desconocida, esté tan arraigada. “Existen más y mejores mecanismos de diagnósticos para reconocer cuadros depresivos. Antes era bochornoso considerarse deprimido, mucha gente emparentaba el problema con la debilidad de carácter y no lo daba a conocer. Era común escuchar casos de me falta personalidad. Hoy la situación cambió; existe otra mirada y mayor conciencia del problema”, detalla el profesional en diálogo con Hoy. La segunda razón, para Ronver, lo constituye “el hecho de que la gente vive más. La depresión aumenta según pasan los años. En los mayores de 75 años la incidencia de la enfermedad se da en el 20% de la población por dos motivos esenciales: el déficit y desequilibrio en los neurotransmisores y las pérdidas vitales, fallecimiento del esposo o esposa, que muchas veces derivan en la soledad”. El tercer fundamento “está vinculado con la sociedad actual, que es mucho más estresante que décadas pasadas. Hay más competencia y mayores exigencias”, dice Ronver, que la semana pasada fue uno de los disertantes en el VI Congreso Mundial de Estados Depresivos, que se realizó en la ciudad de Mendoza.
La depresión afecta aproximadamente al 12% de la población mundial y se calcula que para 2020 podría ser la segunda causa de discapacidad en el mundo. En Argentina, puede estimarse que el trastorno depresivo mayor afecta a unas 4 millones de personas. Si bien existen diferentes formas clínicas de depresión, la más común es el trastorno depresivo mayor, que representa alrededor del 70 al 80% del total de las formas depresivas. Los criterios de diagnóstico enfatizan los síntomas emocionales de la depresión, como la tristeza y la falta de interés, pero el trastorno depresivo mayor también está asociado a una serie de síntomas de ansiedad (irritabilidad, falta de concentración, fobias, alteraciones psicomotoras) y síntomas somáticos (falta de energía, dolores y mialgias, molestias digestivas, alteraciones del sueño, cambios en el apetito, alteraciones cardíacas). El trastorno depresivo mayor diagnostica por la presencia durante dos o más semanas de varios de estos síntomas en simultáneo. En la actualidad, la falta de diagnóstico se traduce en 66% de pacientes que sufren de depresión pero que no solicitan tratamiento. Del 34% que sí consultan, el 65% lo hace al médico de atención primaria o clínico; y el 35% restante al especialista en salud mental. En este contexto, del 34% de pacientes con depresión que consultan al médico, sólo el 50% es diagnosticado correctamente y el otro 50% no, según diversos estudios, entre ellos uno realizado por el laboratorio Lilly.
“En el Congreso -aporta Ronver- se presentaron diversos avances para detectar esta enfermedad; básicamente test de diagnóstico precoz, que permiten medir el déficit de neurotransmisores en diferentes partes del organismo, incluyendo el sistema nervioso central”. A su vez, se mostraron nuevos antidepresivos que actúan sobre estos neurotransmisores con el objetivo de mejorar la disfuncionalidad existente para lograr el ansiado equilibrio. Así, podría desaparecer una enfermedad tan típica de los tiempos que corren.

domingo, octubre 01, 2006

El abuso de antipresivos fomenta las tendencias suicidas

El uso y abuso de medicamentos antidepresivos causan crisis de ansiedad tan graves e incontrolables que pueden provocar pensamientos suicidas, por lo que este tipo de fármacos deben ser exclusivamente administrados y vigilados por el médico tratante.
Su consumo se ha convertido en moda, pues además de que se pueden adquirir sin receta médica, hay personas que los ingieren pensando que sufren de depresión, cuando en realidad lo que padecen es una transitoria tristeza o decaimiento ante algún suceso difícil de la vida, que de ninguna manera requiere un fármaco de esa naturaleza, sino cuando más, apoyo psicológico.
Marco Antonio Pizarro, asesor médico del IMSS, dice que a diferencia de una alteración afectiva temporal, la depresión es un trastorno que permanece durante más de cuatro semanas y sus síntomas se agudizan día con día. Se caracteriza por decaimiento, sensación de tristeza, apatía y fatiga importante, así como el nulo interés o falta de gusto por las actividades cotidianas que anteriormente le provocaban diversión, satisfacción y alegría. Explica que aunque en la depresión existe un factor hereditario, hay algunas medidas que disminuyen el riesgo de sufrir de este trastorno, como el mantener una estrecha comunicación familiar, de tal forma que el niño, joven o adulto no se sienta abandonado, sino al contrario, querido.
En el infante es importante fomentar una personalidad más segura y con autoestima elevada, ambos hechos ayudarán a la persona a saber afrontar la problemática que tenga en la vida.
Añade que ni la tristeza temporal, ni el sentirse con baja autoestima (por ejemplo, el sentirse mal porque le llamaron la atención en su trabajo o por conflictos familiares) son depresión, sino sensaciones y reacciones normales que forman parte de las variaciones del estado de ánimo de todo ser humano. “Es normal que se tengan partidos de tristeza y decaimiento” y es ahí donde se confunde con depresión y se abusa de los antidepresivos.
El doctor Pizarro dice que muchas personas piensan que los antidepresivos son pastillas mágicas; sin embargo, no es así, pues aún bajo prescripción médica, causan en las dos primeras semanas crisis de ansiedad – su efecto antidepresivo se presenta después de 15 días-, por eso la importancia de quienes las utilizan estén bajo el cuidado estrecho del médico, quien valorará su evolución y determinará si se le baja la dosis.
Insiste en que “hay que tener mucho cuidado con la dosis”. Comenta que la depresión hoy en día se está detectando hasta en adolescentes, (entre los 15 a los 20 años) pero es más frecuente de los 25 a los 40 años, o sea en la etapa productiva de la vida, donde los factores de riesgo se acentúan como exigencias económicas, laborales, escolares y conflictos de pareja o disfunción familiar.
El efecto de los antidepresivos, agrega, es que modifican los llamados receptores, “serotonina” la cual se incrementa y actúa como una especie de “estimulante” durante los primeros días de su consumo, por la que causa ansiedad. Sin embargo, el abusar de estas sustancias, tomarlas en dosis o tiempos inadecuados o abandonar el tratamiento repentinamente, provoca severas crisis que llevan al paciente a tener ideas suicidas.